lunes, 15 de mayo de 2017

MARATÓN DE CRACOVIA 30.04.2017

Llegamos hasta tierras Polacas como siempre con la excusita de correr un maratón y aprovechando para conocer una nueva ciudad, en esta ocasión Cracovia, una ciudad que merece mucho la pena. Donde Además de Correr hemos podido visitar lugares como las minas de sal o Auswitch y por supuesto degustar sus riquísimas cervezas.

Este era un maratón al que le tenía muchas ganas desde que corrí  el maratón de Malta en el  año 2012, allí conocía  un gallego que llevaba viviendo en Londres más de 50 años y que pertenecía a un club en el que todos sus miembros habían corrido más de 100 maratones, inevitablemente le tuve que  hacer la pregunta del millón... ¿de todos los maratones que has corrido, con cual te quedas? este buen hombre sin dudarlo me dijo que el maratón de Cracovia, yo tomé buena nota y solo era cuestión de tiempo que llegase la ocasión de comprobar si era cierto lo que aquel hombre me dijo.
En esta ocasión nos habíamos inscrito al maratón Javi y yo, mientras que Josean se había apuntado a la fiesta y de paso hacer algún kilómetro de liebre por las calles de Cracovia. El sábado día 29 nos dirigimos a recoger el dorsal al estadio Henryy Reyman City Stadium, campo donde juega el Wisla de Cracovia. Nada digno de mención, una feria del corredor normal y corriente así que no perdemos mucho tiempo, recogemos los dorsales y nos vamos a turistear.

El domingo llega el gran día. A pesar de que las previsiones meteorológicas indicaban que haría un día sin lluvia, nos despertamos con la desagradable sorpresa de ver que hoy tendríamos una mañana pasada por agua, llovería durante toda la mañana. La temperatura era sobre 8 o 9 grados. 

A las 9 de la mañana se da la salida al maratón en la céntrica Plaza del mercado, lugar escogido tanto para la salida como para la llegada. 

Personalmente la verdad es que todo hacía presagiar un día de estos en los que toca sufrir y de lo lindo, debido a que llevo ya unos meses con unas molestias bastante acusadas en los isquios que casi me impedían entrenar, pero decido no pensar mucho en ello y tomar la salida a ver que pasa. Junto a mí sale Josean, que ha decidido correr unos kilómetros conmigo para pasar la mañana y Javi, que aunque sale junto a nosotros, nada más darse el pistoletazo de salida le perderemos de vista, él ha preparado el maratón en condiciones y su objetivo no tiene nada que ver con el mío.

Se da la salida con cerca de 6.000 corredores y sin pensar mucho en la carrera Josean y yo vamos dejando pasar los kilómetros como si se tratase de uno de esos domingos en los que salimos a rodar por las inmediaciones de la ría de Bilbao. Nos pasamos los kilómetros charlando,  cantando e intentando animar a los pocos aficionados polacos que vemos, incluso a los policías, chocando la mano a todo aquel que nos hace un mínimo gesto de complicidad. 

Poco a poco van pasando  los kilómetros en esta lluviosa mañana. El recorrido consta de dos vueltas de 21 kms. que transcurren a ambas orillas del río Vístula. 

Casi sin darnos cuenta pasamos la media maratón entre risas y charloteos varios a nuestra marcheta de más o menos 5 minutos el kilómetro, aunque la verdad es que íbamos tan tranquilos que ni mirábamos el reloj. En este maratón apenas se ve gente extranjera como suele ser habitual en otros maratones, lo cual siempre conlleva mucha más animación por los acompañantes que llenan de colorido la ciudad. En esta ocasión además de ser casi inexistente la animación, los pocos que se ven por la calle son polacos, que no se caracterizan precisamente por su animación, más bien diría yo que son muy sosos y fríos, muy fríos. Aun así Josean y yo nos empeñábamos en arrancarles alguna sonrisa, choque de palmas o lo que sea y en honor a la verdad hay que decir que lo conseguimos en no pocas ocasiones.

Van transcurriendo los kilómetros y mi acompañante Josean parece que no tiene ninguna intención de abandonarme, lo que empezó como un acompañamiento de unos cuantos kilómetros parece que va camino de convertirse en una auténtica proeza.  Josean y yo vamos juntos hasta el km 33, en este punto Josean ya ha decidido que su reto será finalizar el maratón y yo viendo que la tortura de mis isquios,  que tan mal me lo han hecho pasar en los últimos entrenamientos, no aparecía decido aumentar un poco el ritmo y terminar con buenas sensaciones en un tiempo más que meritorio de 3.27 teniendo en cuenta la lesión que arrastraba. Mención a parte merece lo de Josean que llega poco detrás mió en 3.31, un milagro, ya que no hay que olvidar que no hace ni dos meses que le han operado del menisco, si no fuese porque lo he visto en vivo y en directo no me lo creo.  Y para terminar el exitoso maratón de la expedición,  el broche de oro lo pone Javi con una espectacular marca de 3.07. Así que en esta ocasión no cabe otra nota que no sea la del sobresaliente para los 3 miembros de la expedición.

Por cierto, todavía sigo dándole vueltas a la cabeza a ver por qué el buen hombre gallego que conocí en el maratón de Malta se quedó tan cautivado por este maratón, supongo que se echaría alguna novia en Cracovia, porque lo que es el maratón, normalito por ser generoso, sin pena ni gloria, eso si, uno más a la buchaca y ya van 47...