martes, 2 de junio de 2015

FINAL DE COPA 30/05/2015

 ORGULLOSO DE SER BILBAÍNO





Aunque mi intención no era incluir en este blog ningún capítulo dedicado a eventos deportivos, salvo los míos propios, tras lo vivido este fin de semana no he podido reprimir la tentación de plasmarlo por escrito. Han pasado ya varios días y todavía sigo en estado de shock  y se me pone la piel de gallina cada vez que recuerdo cada minuto de lo allí acontecido.

La historia se gesta un par de meses atrás cuando nuestro Athletic meritoriamente consigue clasificarse para disputar la final de copa contra el F.C. Barcelona. Antes de que se supiese que ciudad sería designada para este enfrentamiento, en el botxito ya todo el mundo estaba planificando sus agendas porque sabían que ese fin de semana estaba adjudicado.

Para sorpresa de todos la ciudad designada era la última que hubiésemos podido imaginar, no era otra que la ciudad condal, la ciudad y el campo de nuestro rival.  Aunque seguramente será la mayor tomadura de pelo acontecida en el mundo del fútbol, cuando cualquier otra afición hubiera mostrado su más absoluta repulsa y como medida de protesta optaría por no viajar con su equipo, nosotros no, a nosotros eso nos pone y no se nos  pasa ni por la imaginación dejar solo al Athletic, eso ni en broma, es más, ahora más que nunca vamos a demostrar que somos de Bilbao, se van a a enterar estos!.

A pesar de que  los precios de los hoteles, medios de transportes etc, están por las nubes, todo el mundo se las ha ingeniado para no faltar a la gran cita del día 30 de mayo y hacerse con entradas aunque sea comprándoselas a los catalanes, aun sabiendo como sabemos que solo un milagro puede hacer que ganemos esta final.
niño del Athletic en el tren chu chú

Por fin llega el tan ansiado fin de semana, nosotros no podemos aguantar más, así que pedimos el día de vacaciones en nuestros trabajos y allá vamos la cuadrilla de Zorroza de avanzadilla  en le primer tren del viernes a las 6:30 h. de la mañana. A pesar de no ser ningún tren especial, ya somos mayoría los seguidores rojiblancos, acompañados por unos cuantos heavys que se desplazan a la ciudad catalana para ver el concierto de ACDC. El ambiente es extraordinario e incluso alguna cuadrilla aprovecha para ir de despedida de soltero, disfrazando de interventor al homenajeado, que no deja de pasar de vagón en vagón gritando Athleeeetic!, logrando la respuesta a coro de todo el pasaje. Ya desde primera hora el vagón bar está como el bar de moda en plena hora punta y antes de llegar a Zaragoza hemos agotado las existencias de birritas, empiezan los problemas!!.

posando en la entrada de Athletic hiria
Llegamos a la estación de Sants a las 13:30h, cogemos un taxi y casualidad nuestro piloto es anti culé y del Real Madrid, que ojo el nuestro!, así que no deja de decirnos que a ver si ganamos al Barca. Nos alojamos en una pensión en el barrio de Born, un barrio en la parte vieja que ahora se ha puesto de moda y está lleno de garitos, menudo disgusto!!. Sin más tiempo que perder salimos a hacer gasto que para eso hemos venido ¿no?. Ya ataviados con nuestras camisetas rojiblancas comenzamos a tomar cañitas y raciones por nuestro barrio. La gastronomía no es que sea precisamente de estrellas michelín, pero eso es lo de menos. Aunque a estas horas todavía no se ven demasiados vasquitos ya vamos preparando el camino para el gran desembarco que se producirá a partir de esta tarde y por lo que nos cuentan las carreteras ya están plagadas de coches y autobuses que durante los 600km. que separan el botxo de la ciudad condal tiñen de colorido y buen ambiente cualquier gasolinera, área de descanso o peaje.
vista desde Monjuit de Athletic hiria

Vamos dando un paseo hasta la plaza de España, lugar escogido este año para la ubicación de la Athletic hiría. Aunque todavía está a medio instalar el ambiente ya es increíble, está repleto de gente, una mezcla simpática de seguidores rojiblancos y cientos de heavys vestidos de negro con sus melenas al viento que se integran perfectamente en el ambiente festivo. Tomamos una birrita en un bar próximo (en la Athletic hiria es misión imposible pedir), allí charlamos con unos heavys catalanes muy majos, que supongo que al ver mis melenas ya me ven como uno de los suyos y nos recomiendan una zona cercana que está bien para tomar unas cañitas y unos pintxos, la calle Blai, en el Poble Sec. La calle está genial, nos pegamos unas buenas rondas de cañitas y pintxos disfrutando del ambiente entre catalanes y  aficionados del Athletic. Ya un poco entonados vamos a rematar la noche a nuestro barrio, el Born, que para estas horas ya está plagado de bilbaínos. Los bares y las calles están repletas y no deja de escucharse constantemente nuestros cánticos para ir calentando. Aunque los precios no son precisamente baratos, no hace falta decir que poco nos importa y aquí las birras y los kalimotxos corren que da gusto. Es increíble ver a toda una zona de copas a las 2 de la mañana coreando al unísono lolo ro lo lo lo ...   Sobre las 3 o 4 de la mañana, es complicado precisar, nos retiramos a dormir, que llevamos casi 24 horas levantados y dándole al pimple y hay que cargar pilas para mañana.

gabarra en barcelona


coche decorado para la ocasión









impresionante vista de la calle Ferran
uno del barca, he visto uno del barca...
















parada técnica en la kalejira para un posado
El sábado me despierto con un grito que venía de la calle de Athleeeeetic, al principio pensaba que estaba soñando pero enseguida me doy cuenta que hoy es el gran día, el día de nuestra final.  Sobre las 11 salimos a la calle y nos encontramos con lo que yo calificaría como la gran invasión, las tropas han llegado por tierra, mar y aire y a estas horas aquí ya no falta nadie, ya solo me queda mirar al cielo y ver como descienden más seguidores del Athletic en paracaídas.  Es imposible echar la vista a cualquier lado sin ver una camiseta rojiblanca, es como si este sábado en Barcelona se hubiese publicado un bando que obliga a vestir de rojiblanco durante todo el día. Nos cruzamos con jóvenes extranjeros que van hacía la playa de la Barceloneta y no dejan de mirar con cara de perplejidad, sin saber qué ocurre en esta ciudad,  preguntándose ¿quienes son estos humanoides vestidos de rojiblanco que están por todos los lados?. Seguimos paseando por la rambla arriba, es un maremagnum de gente con camisetas, bufandas, pañuelos y banderas del Athletic, que no dejan de gritar y cantar por cualquier lado, hasta los mimos de las ramblas acostumbrados a ver desfilar delante de ellos a todo tipo de gente están hipnotizados ante lo que están contemplando.

Ya en el Camp Nou
A estas alturas ya me siento como Cocodrilo Dundee cuando llega a Nueva York y no dejo de saludar a todos los miembros de mi tribu, los bilbainus,  con nuestro característico Aupa!!, Aupa! acompañado de un leve gesto con la cabeza. Comenzamos a ver situaciones de los más cómicas que solo pueden ser protagonizados por nuestra tribu. Los pisos más lujosos están con gente del Athletic gritando en los balcones, la terraza más cara de la rambla con una cuadrilla bebiendo champagne (aquí será cava) a discreción,  será por dinero! o un taxi de Barcelona pasando por plena rambla sin dejar de pitar mientras los pasajeros con las bufandas y banderas vitorean al Athletic y para rematar una peña del Athletic ha engalanado una de las barcas del puerto de Barcelona como si fuera una gabarra, mientras Colón contempla con cara de incredulidad lo que allí está ocurriendo. Lo mismo te cruzas con un tren chu chú con un león o un renault 4 pintado todo de rojiblanco. Las calles están repletas de gente con ganas de fiesta y con mucha sed. La calle Ferran parece el Casco viejo en plena semana grande. Aquí lo mismo se ven cuadrillas de chavales, cuarentones como nosotros, familias con críos, abuelos, etc. todos con una cosa en común, el Athletic. Nos vamos a la cervecería Moritz a degustar su rica cerveza, mientras allí, para no variar,  ya no coge un alma y casualidad todos de la tribu de los bilbainus. Después vamos dando un paseo por el barrio de Sant Antoni hasta llegar a la calle Blai, siguiendo con nuestro repertorio de cánticos. Una señora muy simpática se acerca a nosotros para preguntarnos a ver qué quería decir eso que cantáis de  Athletic gu gara!!, pues eso señora, que nosotros somos el Athletic. En la calle Blai no se coge, está abarrotada de gente. Casualidad nos encontramos con una chica de Zorroza amiga de Inma que lleva 13 años viviendo en Barcelona, ¡cómo no! les invitamos a una ronda de birras ante la perplejidad de sus amigos, que no paraban de decirnos que eramos la hostia, que eso solo lo hacíamos nosotros, algo que a nosotros nos parece lo más normal pero que ellos valoraban como algo extraordinario porque ni siquiera les conocíamos. Durante el transcurso del día varios catalanes se acercan o nosotros para decirnos que aunque son culés no les importaría que ganase el Athletic, aunque seguro que lo dicen con la boca pequeña, se ve cierta admiración en su gesto e incluso por qué no decirlo envidia, porque aunque parezca mentira durante todo el fin de semana ha sido difícil ver un seguidor con la camiseta blau grana y  por supuesto cada vez que veíamos uno, allá iba el cántico de: uno del barca, he visto uno del barca... Uno de los pocos que he visto ha sido un frutero, así que no puedo evitar inmortalizar el momento. Vamos dando un paseo hasta la Athletic hiria, esto es un hervidero de gente, no cabe ni una mosca. Vemos cuadrilla con pedazo banquete montado como si estuviesen en el jardín de su casa, comiendo una paella en la que cuesta ver los granos de arroz entre tanto marisco.
Kalejira hacia el Camp Nou
Casualidad allí estaba Aitor, un conocido del trabajo con su cuadrilla, que por supuesto no duda en invitarnos. Vamos a tomar una birrita a un bar regentado por unos chinos y allí, en el sitio más "glamuroso" nos encontramos con Etxebe, el gallo, al que saludamos como se merece. Esto es un no parar de sensaciones, pero todavía nos quedaba lo mejor, la kalejira por la calle Creu Coberta, encabezada por una enorme bandera del Athletic y seguida por miles y miles de aficionados del Athletic que durante más de una hora no dejamos de desfilar por esta enorme calle, cual ejército victoriosos regresando después de haber ganado la guerra, con la certeza de saberse victoriosos de ante mano sea cual sea el resultado,  sin dejar de cantar el himno y los gritos de apoyo propios de nuestra tribu, con charangas y grupos cantando, mientras en los balcones y las aceras los vecinos no dejan de mirar estupefactos lo que ocurre.








mosaico en grada de animación
Entramos en el campo, miras a un lado y a otro y más de lo mismo, seguidores del Athletic por todos los lados.  A pesar de jugar en el campo rival 3/4 partes del campo están invadidas por leones, que han trasladado San mamés a 600km porque el nuestro se nos quedaba pequeño, mientras que Barcelona con 5.000.000 de habitantes y jugando en casa no es capaz de llevar más de 30.000 personas (muchos de ellos extranjeros), nosotros de nuestro botxito hemos venido 70.000 y que nadie se engañe, esto no es porque ellos están acostumbrados a jugar finales y nosotros no, nosotros iríamos los 70.000 aunque jugásemos cada año, porque para mal o para bien somos diferentes. El ambiente es increíble, con un gran mosaico y la tradicional pitada al himno, pero de esto no quiero hablar, que ya se encarga la prensa de hablar sin parar de este minuto, que es lo único que les importa. En lo futbolístico poco que contar, según el guión previsto, nuestros leones lo dieron todo en el campo, nada que reprochar a nuestro equipo, simplemente felicitar al rival y asumir que mientras permitan jugar a un equipo con un extraterrestre llamado Messi poco podremos hacer, pero a pesar del 1-3 no hubo ni un segundo en el partido en el que no se escuchase a nuestra afición, que incluso tras el final del partido no paraba de vitorear a los nuestros, tanto que en la celebración del barca, si no llega a ser porque ponen su himno por megafonía los gritos de su afición quedarían tapados por el contundente grito de Athletic Athletic y la gran ovación final con la que despedimos a los nuestros. Tras finalizar el partido vi a dos chavales de unos 15 años tristes, llorando sentados en la grada sin moverse y sin decir ni palabra, me dirigí a ellos y les dije que no estuviesen tristes, que lo que habían vivido no lo puede vivir ninguna afición, seguramente en ese momento ninguna palabra que yo les pudiera decir les serviría de consuelo, pero estoy seguro que el lunes cuando fuesen al instituto estarían orgullosos contando a sus compañeros de clase lo que han vivido durante este fin de semana, porque como dijo Iker Muniain "prefiero llorar con vosotros que celebrar con otros", aunque yo añadiría: con vosotros nunca lloraré porque siempre me dais un motivo para sonreír. Solo tengo una espinita clavada que me duele y mucho y que me hace sentir una gran impotencia, y es que en todo este fin de semana en la prensa nadie ha hablado de lo que la afición del Athletic ha hecho en Barcelona, en prensa solo quedarán los ecos de la pitada al himno que duró unos segundos, el resto no les importa, pero los que allí estuvimos sabemos lo que vimos y no lo olvidaremos nunca, porque hemos dado una lección de convivencia, civismo, alegría, sentimiento, saber estar y por eso solo puedo decir bien alto y que se entere todo el mundo que es un orgullo ser bilbaíno.

Aupa Athletic!!