domingo, 17 de mayo de 2015

ARGENTINA, MUCHO MÁS QUE UN TANGO!!!


29/10/2005 Bilbao - Buenos Aires 


En esta ocasión la expedición es más corta de lo habitual, Carlos y yo seremos los únicos privilegiados que disfrutaremos de la aventura por tierras argentinas. Esta expedición será diferente a todas, muy a nuestro pesar no nos ha quedado más remedio que coger un viaje medio organizado a través de una agencia de viajes, ya que no  hemos planificado el viaje con la antelación que deberíamos y los numerosos vuelos que tenemos que coger hacían que saliese bastante más caro ir por nuestra cuenta y en alojamientos mucho peores. Quedamos a las 5:30h. en Zorroza, conseguimos que nos lleve un taxista que estaba escaqueado en la parada y enseguida nos presentamos en Loiu. Tenemos suerte y nos facturan el equipaje directamente hasta Buenos Aires. El avión sale tarde por niebla en el aeropuerto de Madrid, tenemos tiempo de sobra así que nos da exactamente igual. Sobre las 9h. llegamos a Madrid. Aprovechamos que no tenemos que facturar y que ya tenemos la tarjeta de embarque, cogemos el metro y nos vamos a dar un rule por Madrid. Hacemos turismo exprés al estilo japonés, damos un paseo por la puerta del Sol, plaza mayor, congreso de los diputados, Neptuno, Cibeles, puerta de Alcalá, etc. La mañana es bastante más fría que en Bilbao y hay una intensa niebla. Nos tomamos una cervecita con una tapa en un bar de Sol y sin más tiempo que perder regresamos al aeropuerto. Teóricamente teníamos que embarcar a las 14:45h. pero hay retrasos en todos los vuelos a causa de la niebla y finalmente despegamos a las 6 de la tarde (2,5 h. de retraso). Al lado mío va sentado un pibe argentino que se pasa todo el vuelo "sopa", que profesional!! y yo que pensaba que era un especialista en esto de sobar en el avión. Volamos con aerolíneas argentinas y por lo menos nos dan catering en dos o tres ocasiones, que en los tiempos que corren es un lujo. Tras doce horas de vuelo aterrizamos en el aeropuerto de Ezeiza sobre la una de la madrugada. Entre pitos y flautas cuando llegamos al hotel son más de las 2 h. En la recepción del hotel coincidimos con un guipuzcoano llamado Pancho, viaja solo y por lo que nos cuenta lleva un itinerario parecido al nuestro e incluso coincidimos en algún alojamiento, así que seguro que le volveremos a ver. Nos alojamos en el hotel Colón http://www.exehotelcolon.com/, un hotel de 4 estrellas muy lujoso, es más, yo diría que demasiado lujoso para nosotros. En la recepción nos ocurre una anécdota muy buena, uno de los chicos de recepción sale del mostrador muy discretamente para que no se entere Pancho, que también estaba haciendo el check in y nos dice a Carlos y a mí que tenemos reservada una habitación con cama de matrimonio,  con mucho tacto  pero lo que nos vino a decir es que si está bien así o es un error?. Nos da un ataque de risa, pero al menos nos agrada que no demos el pego de prototipo de pareja gay. El chico al ver nuestra reacción, ya más relajado se ríe con nosotros y nos dice que ya le parecía que era un error pero que por si acaso lo tenía que hacer de forma sutil. Al final aunque a nosotros a estas horas nos daba exactamente igual dormir en una cama o en dos, muy amablemente nos cambian de habitación por una de dos camas. Las vistas desde la habitación son impresionantes con el obelisco de frente,  la ciudad iluminada y en silencio casi absoluto. Cuando nos acostamos son casi las 3 de la mañana.
Bonita vista del obelisco desde nuestra habitación

30/10/2005 (Buenos Aires - Puerto Madryn)


Nos levantamos a las 7h, una duchita y bajamos a desayunar el pedazo bufette que nos tienen preparado. Allí nos encontramos con Pancho, que por las pintas que lleva más que Guipuzcoano parece Mexicano, haciendo honor a su nombre lleva pedazo bigotón estilo Zapata. Desayunamos juntos mientras charlamos un rato. Después del desayuno vamos a dar una vuelta por los alrededores del hotel sin alejarnos demasiado, ya que a las 9h. vienen a recogernos. Sacamos las primeras instantáneas de la ciudad, aunque hace fresquito la mañana es espléndida y estamos con ansias de verlo todo, pero lo dejaremos para más adelante porque nos tenemos que marchar. Puntualmente vienen a recogernos en un minibús y vamos los tres solos hasta el aeropuerto como marqueses. Nos tomamos una cervecita en el aeropuerto con Pancho. A las 11h. sale el avión y tras un par de horas de vuelo llegamos a Trelew a las 13h. Es un aeropuerto chiquitín, nos sorprende el calor que hace. Ahí estamos nosotros abrigados como osos para ir a la Patagonía y parece que hemos llegado a Sevilla. Nos separamos de Pancho, el se aloja en Trelew y nosotros en Puerto Madryn, cosa que no nos importa demasiado, habla tanto que nos vendrá bien un descanso.... Nos vienen a buscar en coche. Puerto Madryn se encuentra a 70 kms. de Trelew, una interminable recta con paisaje semidesértico a ambos lados de la carretera. Tardamos casi una hora, aunque nos ha parecido bastante más, ha sido un viaje de lo más incómodo. Con nosotros venía en el coche un matrimonio de jubiletas catalanes que están viviendo una segunda juventud.  Entre nosotros, las maletas y toda la ropa que llevamos puesta, vamos un poco embutidos y encima el coche sin aire acondicionado, casi nos asfixiamos.... Antes de las 2 ya estamos en el hotel Tolosa http://www.hoteltolosa.com.ar/, más sencillo que el anterior, pero más que suficiente. Dejamos las maletas y nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Caminamos por el paseo marítimo, aunque el día es soleado, sopla un viento fresquito que nos recuerda que estamos en la Patagonia. Es un pueblo bonito, pero sorprendentemente está casi desierto, a pesar de ser domingo no se ve a prácticamente nadie por la calle, parece que hayan desalojado el pueblo, los pisos se encuentran con las persianas bajadas y desocupados. Llama la atención la cantidad de restaurantes que hay y todos vacíos, creo que hoy no tendremos problemas para encontrar un lugar para comer. Nos hemos entretenido con el paseo y cuando nos damos cuenta son las 15:30h. y ya no nos dan de comer en casi ningún sitio, así que vamos a una hamburguesería. Comemos unas hamburguesas con una litrona, aquí parece que es el tamaño que se estila y ya se sabe allí donde fueres.... Pagamos 9€ (cambio 1€=3,5 pesos). Tras el papeo continuamos paseando por el pueblo, parece que por la tarde se ve algo más de gente. Vemos cuadrillas de chavales con su termo tomando el mate, esto es una especie de botellón a la argentina, un poco más sano, eso sí. Después de patearnos todo el pueblo nos vamos a la habitación a descansar un rato, viendo que el pueblo ya no da más de sí. Vemos algo de  fútbol en la tele, en este país da gusto, hay fútbol a todas horas. Estamos tan cansados, entre el cambio de horario, etc. que sin darnos cuenta nos quedamos los dos dormidos. Nos despertamos a las 22.30h. pero estamos tan aplatanados que con solo una mirada y sin casi hablar nos damos media vuelta y en lugar de salir a cenar continuamos sobando que hay que cargar pilas...

Panorámica de Puerto Madryn


31/10/2005 (Puerto Madryn - Península de Valdés


Ballena Franca Austral
Nos levantamos a las 7.00 h. como nuevos después de la sobada que nos hemos metido. Bajamos a desayunar el buffet del hotel y nos ponemos finos, ayer no cenamos así que tenemos el depósito vacío.  A las 8:30h. vienen a recogernos en un autobús para realizar una excursión a la península de Valdés. En el bus nos reencontramos de nuevo con Pancho, que se ceba con nosotros, este hombre no calla!!. Enseguida llegamos a Puerto Pirámides. Allí cogemos un barco, es curioso porque el barco se encuentra en la arena de la playa, nos montamos todos y luego un tractor lo remolca hasta el agua, esto no es porque seamos muy señoritos, que lo somos, sino que para no perturbar a las ballenas, no permiten que se construya un embarcadero.
Otra pose de este pequeño mamífero
Precisamente nos cuentan que ahora tienen movida en el pueblo, ante el auge del turismo parece que quieren construir un embarcadero y los vecinos están recogiendo firmas para oponerse. Hoy vamos a ver la ballena franca austral. No navegamos ni cien metros y ya nos encontramos con ballenas, que están prácticamente en la orilla de la playa. Nos situamos al lado de una ballena y su ballenato, la ballena es más grande que el barco. El barco apaga el motor, todo el mundo está en silencio y solo se oye el ruido de las ballenas en el agua, las tenemos ahí al lado, casi se pueden tocar, nada más lejos de la imagen que nos transmiten en la tele de las ballenas asesinas, se respira tranquilidad absoluta y dan la sensación de ser muy pacíficas, yo diría que demasiado, teniendo en cuenta que no dejan de perseguirlas con los barquitos todos los días. Después de esta bonita experiencia dejamos tranquilas a las ballenas y nos vamos a comer  a un restaurante en medio del pueblo. Nosotros nos hemos pegado un atracón en el desayuno y no tenemos hambre, así que mientras los demás excursionistas comen, Carlos y yo nos hacemos fuertes en la barra del bar y empezamos a catar la cerveza local, para no variar Pancho se viene con nosotros y decide que el tampoco come.
Sin acercarse mucho a los leones marinos por si acaso...
Después de "comer" nos vamos hasta Caleta Valdés, una bonita albufera de 35 km. situada en el norte de la península de Valdés. La playa está plagada de leones marinos y focas. Damos un paseo por un sendero viendo esta maravilla de paisaje. El día es estupendo y apetece pasear. La única pena es que la marea está muy baja y no podemos ver a las orcas, según nos cuenta la guía cuando la marea está alta se acercan hasta la orilla a comer focas. Por el camino vemos diferentes animales, como maras (una mezcla rara entre ardilla y canguro), Guanacos, Ñandus (parecido a las avestruces), etc.. Pasamos por las dos salinas, la más grande (Salina grande), es el lugar de menos altura en todo Sudamérica, una depresión 42 metros por debajo del nivel del mar. Al regresar paramos en un pequeño museo que coge de camino. Llegamos a Puerto Madryn a las 8 de la tarde.
León marino tomando el sol en la playa
Tomamos una litrona y luego nos vamos a cenar al restaurante de moda (Cantina el Náutico), este restaurante tienen dos plantas y está repleto, mientras que los demás restaurantes del pueblo están vacíos. Nos echamos unas risas con el camarero, cuando le decimos lo que queremos comer, nos contesta con ese acento argentino, Espectacular!!!, como son estos argentinos, los reyes de las palabras. Comemos carne con una buena ensalada regado con una litrona de la zona, todo por 52 pesos, menos de 15€, teniendo en cuenta que se trata de un restaurante de los finos, precio económico, así da gusto.  En este pueblo no hay demasiado ambiente, así que nos vamos al hotel, vemos un rato el fútbol (aquí hay fútbol en todos los canales). y nos acostamos.

01/11/2005 Puerto Madryn - El Calafate


Vista de la "ciudad fantasma" de El Calafate
Nos levantamos a las 7h., aunque no tenemos que madrugar, pero amanece pronto y enseguida entra el sol por la ventana. Bajamos al comedor y desayunamos como leones. Tenemos un pequeño susto, a Carlos le desaparece la cartera, por suerte ha sido una falsa alarma, una empleada del hotel la había visto sola en la silla y con buen criterio decidió guardarla para evitar tentaciones. Después del desayuno vamos a dar un último paseo por el pueblo. Hoy también hace un día espléndido. A las 10h. nos vienen a recoger y nos llevan hasta el aeropuerto de Trelew. En el bar del diminuto aeropuerto nos encontramos con nuestro amigo bigote Arrocet (Pancho), al que ya empezábamos a echar de menos. Nos tomamos una litrona antes de embarcar y al avión. En menos de dos horas llegamos a El Calafate, alrededor de las 13.00h. Entre coger maletas,traslados y demás, llegamos al hotel a las 2. El hotel se llama Sierra Nevada http://www.sierranevada.com.ar/en/  , un hotel no muy grande pero muy bonito. Casualidades de la vida, en este hotel también se aloja Pancho, para mí que es un paparazzi que nos está siguiendo. Después de instalarnos vamos a reconocer el pueblo. Tomamos una cervecita y picamos algo en un bar y luego nos vamos de tiendas, Pancho compra de todo.
Bonita vista de la laguna llena de flamencos.
Luego nos vamos dando una vuelta hasta una laguna cercana, muy bonita en la que hay diferentes aves, entre ellas destacan un montón de flamencos. El paisaje es espectacular con las montañas nevadas al fondo. Compramos algo para preparar los sandwiches de la excursión de mañana. Llevamos las compras al hotel y salimos a cenar. Teníamos echado el ojo a un par de restaurantes con muy buena pinta pero ambos están repletos, así que pasamos al plan C. Encontramos un restaurante tipo buffet libre (aquí tenedor libre), en el que por 20 pesos (5,5€) nos ponemos hasta arriba de todo, como es habitual en este país también tiene una parrilla con todo tipo de carne. El parrillero es un chico cubano y para no variar Pancho le da una chapa considerable. Salimos del restaurante empachados, no hemos parado de levantarnos una y otra vez a llenar el plato. Después del banquete nos vamos al hotel, nos quedamos un rato viendo fútbol, sobre las 23:00h nos acostamos que ya estamos cansados de estar todo el día pateando.

02/11/2005 El Calafate - Perito Moreno

Impresionante paronámica del Glaciar Perito Moreno























Increíble contemplar el desprendimiento de los gigantescos cascotes de hielo
Decidimos no hacer la excursión convencional al Perito Moreno que teníamos incluida y coger algo diferente, realizando trekking sobre el glaciar. Hoy los de la agencia no andan muy finos (Visit Turits), no nos han dejado aviso en recepción de la hora a la que venían a recogernos. Después de habernos desplazado nosotros ayer hasta sus oficinas en el pueblo quedan en venir a recogernos a las 8h. Al final hay cambio de hora a las 10:30h. pero para cuando nos avisan ya estábamos levantados, así que nos hemos pegado madrugón a lo tonto (6:45h). Desayunamos tranquilamente, mandamos unos emails y enredamos un poco por internet en el ordenador que hay en la entrada (gratis).
Posando con esta maravilla de la naturaleza de fondo
En El Calafate el día es bueno aunque corre una brisa fría, normal por estos lares. Nos viene a buscar con el minibús Cristian, un chico joven muy salado, que enseguida nos cala y vacila un poco a Pancho. Tras 1,5h. de camino llegamos al  glaciar Perito Moreno. Aquí hace bastante más frío, está lloviendo y el cielo se encuentra encapotado. El glaciar es alucinante, lo más sorprendente que he visto nunca, solo comparable a lo que sentí al ver el gran Cañón. Es enorme y me llama especialmente la atención las diferentes tonalidades de azules que tiene. Enseguida se despeja el día, es como si el glaciar quisiera posar para nosotros, dejando que las fotos hagan justicia a un lugar como este.
Durante dos horas no paramos de pasear por los diferentes miradores, viendo distintas panorámicas del glaciar, cada cual más bonita que la anterior. Es increíble ver como se desprenden los gigantescos bloques de hielo, el ruido que hacen al caer es espectacular, provocando inmediatamente una especie de ola, es algo indescriptible. Los barcos que navegan por los alrededores son casi del mismo tamaño que alguno de los bloques de hielo que se desprenden. Cuando regresamos al bus a la hora acordada (14.00h) se nubla y comienza a llover fuertemente. Comemos un bocadillo resguardándonos como podemos de la lluvia y enseguida nos vamos al autobús.



Otra bonita estampa del glaciar, esta vez con el sol luciendo sobre la inmensa masa de hielo.



















Asombroso las diferentes tonalidades que podemos ver sobre el glaciar







El bus nos deja en el embarcadero, donde cogemos un pequeño barco que nos lleva hasta los pies del mismo glaciar. Nos reciben tres jóvenes guías, muy majos. Nos dan unas pequeñas nociones teóricas de lo que es el glaciar, cómo se formó, etc. y rápidamente pasamos a la acción. Nos colocan los crampones y comenzamos el trekking sobre el Perito Moreno. Es una experiencia única, las vistas son incomparables y la sensación de estar caminando sobre un glaciar es excitante. A pesar de estar en pleno glaciar la temperatura no es demasiado baja (sobre 5º C). El trekking es muy suave y lo puede realizar cualquiera, no es necesario tener ningún conocimiento previo, ni siquiera estar preparado físicamente, quizá a nosotros nos hubiese gustado algo un poco más cañero y de más duración, aunque cuando se va en un grupo siempre hay que adaptarse al ritmo de los que menos pueden, pero como de lo que se trataba hoy era de disfrutar del paisaje, nos damos por satisfechos.
Grupo de expedicionarios comenzando el treking por el glaciar
En el grupo coincidimos con dos chicas de Donosti, Natalí y Cristina, así que ahora los Guipuzcoanos son mayoría y Pancho ya tiene Carnaza para dar un poco la turrada. También coincidimos con dos chicos de Madrid, Carlos y David, son muy vacilones y nos echamos unas risas con ellos. Cuando estábamos finalizando el trekking, los guías nos tenían preparada una última sorpresa, nos llevan caminando hacia un lugar un poco escondido y allí en medio del glaciar nos encontramos con dos mesas de madera, como si fuese un pequeño merendero. Nos tienen preparado un vaso de whisky para cada uno, mientras uno de los guías coge el piolet, sube hasta una pequeña colina, y coge un mazacote de hielo que partimos en pequeños trozos y echamos a nuestros respectivos vasos de whisky. Nos tomamos la copichuela acompañada de unos bombones y nos sabe a gloria, no por el hecho de tomarnos el whisky, que a mí personalmente no me gusta, sino por la sensación tan bonita que te da el estar en uno de los lugares más bonitos del planeta pegándote el gustazo de tomarte un whisky charlando tranquilamente como si estuvieses en el bar del pueblo con los amigotes. Con este buen sabor de boca terminamos la caminata por el glaciar.
Tomando un chupito de Whisky con Pancho y Carlos.
Durante las aproximadamente 3 horas que ha durado el trekking nos ha hecho de todo, ha habido sol, lluvia, viento, etc.. Según nos cuentan los guías en este lugar es habitual y cada día tienen las 4 estaciones del año, ya que el clima cambia constantemente, aunque la verdad es que poco importa el tiempo cuando tienes delante tuyo algo tan impresionante como el Perito Moreno. La tarde se nos ha pasado volando, casi sin darnos cuenta son las 6 de la tarde. Cruzamos el lago con el bote y regresamos al autobús, donde nos está esperando Cristian. Durante el trayecto charlo con un matrimonio argentino muy majo, con los que intercambio impresiones sobre nuestros respectivos países. Llegamos al hotel pasadas las 8, Una ducha rápida y salimos a cenar a un restaurante cercano al hotel. Para no variar cenamos carne, está muy rica. Después de cenar nos vamos los 3 a  tomar unas cervezas a un pub llamado la Toldería, un lugar muy agradable. Allí estamos hasta la 1:30h. Tras habernos tomado nuestra buena ración de birras nos vamos al hotel. Antes de acostarnos nos conectamos un rato a internet, vemos las fotos en el pc, etc. Cuando nos vamos a la cama ya son las 2:30h.

03/11/2005 El Calafate - Ushuaia

Bonita vista del Canal de Beagle

Hoy nos levantamos un poco más tarde, sobre las 8:30h. Desayunamos tranquilamente, las vistas que hay desde el comedor son fantásticas. A las 10:30h. vienen a recogernos para ir al aeropuerto. Pancho tiene su vuelo a las 17:30h. pero decide venirse con nosotros a ver si tiene suerte y puede adelantarlo. Como era de esperar no puede cambiar el billete y tendrá que estar unas horas deambulando por el aeropuerto. Nuestro avión sale con una hora de retraso a las 13:30h. Tras una hora de vuelo llegamos a Ushuaia. Vienen a recogernos y cuando llegamos al hotel Los Ñires http://losnireshotel.com.ar/ son casi las 15:30h. El hotel es  espectacular, está a las afueras de la ciudad, en un entorno idílico. Las vistas son preciosas, rodeado de montañas nevadas.
Preciosas vistas desde el hotel.
Nuestra habitación es para flipar, tiene una cristalera enorme que deja ver todo el paisaje, parece un mirador. Aunque el hotel está un poco alejado de la ciudad tiene un servicio de minibús que te acerca al centro a diferentes horas. Sin más tiempo que perder cogemos el minibús que sale a las 16:10h y nos vamos a explorar la ciudad. En Ushuaia ya se nota que hace bastante más frío, la temperatura ronda los 5ºC. Nos pateamos la ciudad de arriba a abajo, es una ciudad pequeña de apenas 55.000 habitantes, pero muy bonita, sin duda de todas las ciudades que hemos visto hasta el momento es la que más nos ha gustado. Vamos a visitar el museo marítimo y el presidio, antigua cárcel para presos peligrosos (entrada 20 pesos). Es bastante entretenido, nos empapamos un poco de la historia de la ciudad, que hay que coger algo de culturilla. Ushuaia es una ciudad que también es rica en petroleo y gas, allí se encuentra una refinería de YPS.
Paseo por el presidio.
Tras la visita cultural nos ha entrado un poco de apetito, así que sin más tiempo que perder nos vamos a cenar. Decidimos acudir a un restaurante recomendado por la guía Lonely Planet y como era obligado estando en Ushuaia cenamos centolla, yo con pulpo y Carlos sola, acompañado por una ensalada de paz (también con centolla) y con la litrona de rigor. Hoy hemos conseguido darle esquinazo a Pancho y podemos disfrutar de una velada romántica cenando los dos solos tranquilamente. El homenaje nos cuesta 100 pesos (28€), Con estos precios la verdad es que uno se puede tirar un largo y darse un capricho de marisquito. Aunque la centolla estaba muy rica y era obligado probarla, tanto Carlos como yo pensamos que donde esté una buena parrillada de carne.... Después de cenar damos una vuelta por la ciudad y compramos chocolate en una pastelería para probar el dulce típico de la ciudad. Estamos bastante cansados así que cogemos un taxi (8 pesos) y regresamos al hotel sobre las 23:00h., mañana nos espera un día duro.

Panorámica de la ciudad de Ushuaia

04/11/2005 Ushuaia

Grandiosa obra de ingeniería realizada por los castores.




















Ahora sí que estoy en el culo del mundo...
Nos levantamos a las 7:15h. Desayunamos muy bien en le hotel, con unas vistas inmejorables. a las 8:45h. vienen a buscarnos un autobús para llevarnos al parque nacional Tierra de fuego, que está cerca del hotel. La guía, una chica joven que se llama Rocío, además de simpática es muy buena guía. El día es bastante desapacible e incluso nieva un poco de vez en cuando. Vamos parando en diferentes lugares del parque. Anécdota: como siempre Pancho da la nota y llega tarde al bus, haciendo que todos tengamos que esperar, Rocío nos indica que le demos una ovación cuando entre en el bus y el amigo Pancho se mosquea un poco. Una de las cosas más curiosas que vemos en el parque es el dique que han construido los castores, parecen verdaderos ingenieros.
El tren del fin del mundo.
Nos cuenta Rocío que hace años trajeron a Ushuaia 50 parejas de castores procedentes de Canadá con el fin de hacer negocio peletero, el negocio se les fue de las manos y ahora se han convertido en una plaga que está haciendo mucho daño a la ciudad. En la actualidad hay más de 50.000 castores y al no tener depredadores, campas a sus anchas por los parques de la ciudad, es increíble ver el estado en el que se encuentran los árboles del parque, están todos talados y secos, parece mentira que estos bichos tan pequeños sean capaces de producir semejante descalabro. Vamos hasta el fin del mundo, el lugar más austral del mundo, fin de la ruta 3, la ruta panamericana que cruza el continente de norte a sur, desde Alaska hasta Ushuaia recorriendo 13.000kms. Ahora si podemos decir que estamos en el culo del mundo.

Isla Alicia
Mientras la mayoría de excursionistas se monta en el famoso tren del fin del mundo, nosotros decidimos esperarles en el bar de la estación tomando una cervecita, ya que nos parece que es la típica atracción para guiris por la que no merece la pena pagar tanto. Cuando regresa Pancho del viajecito en el tren chu chu nos confirma que es una sosería de recorrido como imaginábamos. Sin mucho tiempo que perder el autobús nos lleva hasta el puerto, habíamos contratado una excursión para navegar por el canal de Beagle. Son las 14:30h. y no hemos tenido tiempo de comer, por lo que aprovechamos el viaje y comemos una hamburguesa en el catamarán. Enseguida tenemos la primera parada en isla Alicia, un islote pequeño que está lleno de leones marinos y de cientos de pajarracos (Cormoranes). Seguimos navegando con el catamarán y vamos parando en diferentes islas, isla Pájaros, isla Leones, etc., tampoco es que se hayan comido mucho la cabeza en ponerle los nombres a las islas.
El faro del fin del mundo.
Pasamos junto al famoso faro del fin del mundo y por supuesto aprovechamos para sacar una foto conmemorativa del momento. Cada vez que vemos algo que merece la pena salimos a la cubierta, pero rápidamente regresamos adentro, ya que afuera hace un frío que te deja tieso. Continuamos navegando por el canal con unas vistas preciosas, a un lado del canal está Argentina y al otro Chile. Pasamos por pequeñas poblaciones como Puerto Almanza (Argentina), puerto Willians (Chile), son pueblos casi sin habitantes y cuyo fin es más militar que otra cosa. Llegamos a isla Martillo, donde nos reciben un montón de pingüinos, que disfrutan tranquilamente de un baño en estas gélidas aguas, solo de verlos me entra tiritona.
Pingüinos de paseo.
Aquí hay dos clases de pingüinos, los patagónicos o magallánicos, que son más pequeños y los papúas, más grandes y con el pico y patas rojas. Regresamos por un camino diferente y ya sin realizar paradas. Es curioso ver como están todos los árboles totalmente tumbados debido al fuerte viento que suele hacer en esta zona. Llegamos al puerto a las 21:00h., ya es de noche y la vista al entrar en la ciudad es muy bonita, con toda la ciudad  iluminada y las montañas blancas de fondo. Después de la fantástica experiencia a bordo del catamarán nos vamos a cenar con Panchito. Cenamos en un restaurante llamado el Fogón Gaucho, un tenedor libre como dicen aquí, que para que nos entendamos no es más que un come hasta que te hartes que vas a pagar lo mismo. Para no variar nos ponemos ciegos, sobre todo con la carne, ya le teníamos al parrillero estresado. Pagamos 8€ cada uno, se nos han acabado los pesos así que pagamos en Euros, que no se diga que no manejamos divisas. Tras el atracón cogemos un taxi y regresamos al hotel, está lloviendo y no apetece quedarse. Sobre las doce de la noche nos vamos a dormir.

 Bonita puesta de sol para finalizar la excursión.










05/11/2005 Ushuaia - Buenos Aires

Curiosa foto de la Casa Rosada cercada para evitar disturbios 
Nos levantamos a las 8:30h., todavía con el recuerdo de los maravillosos paisajes vistos el día anterior. El cansancio ya va haciendo mella y cada día nos cuesta más llevantarnos.  Desayunamos el buffet del hotel tranquilamente. A las 10:30h. viene a recogernos Rocío. Nos dejan en el aeropuerto ya con la tarjeta de embarque sacada, ellos se han encargado de todo, la atención de esta agencia (Rumbo sur) desde nuestra llegada a Ushuaia hasta el último minuto de estancia ha sido de 10, todo lo contrario de lo que nos ocurrió en El Calafate. Nos despedimos de Rocío dándole las gracias por su magnífica atención. El día es estupendo, mucho mejor que el de ayer, una pena no haber tenido este tiempo ayer en las excursiones. El avión sale a las 12.00h. Aunque tenemos que coger muchos aviones durante estos días, la verdad es que no es nada pesado, son aeropuertos muy pequeños, en los que todo está bien organizado y más que aeropuertos funcionan como estaciones de autobuses, por lo que todo es bastante ágil y rápido. El vuelo hasta Buenos Aires dura 3 horas, que se pasan rápido. En todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas hay un pequeño catering con una cervecita, que siempre hacen más ameno el vuelo. Llegamos al hotel Savoy  http://www.savoyhotel.com.ar/alrededor de las 4 de la tarde, es un hotel muy céntrico y lujoso, aunque las habitaciones son normales (mucho mejores las de Ushuaia por ejemplo).
Puerto Madero
Dejamos las maletas en la habitación y nos vamos a dar un paseo por la ciudad. En Buenos Aires hace un día casi de verano, vamos en manga corta, contrasta con el frío y la nieve que tuvimos ayer en Ushuaia. Nos pateamos toda la ciudad, vemos el congreso, la plaza de mayo, la casa rosada, que se encuentra cercada con vallas y llena de policías debido al follón que se ha montado en el país con la visita de Bush a Mar de Plata con motivo de la cumbre de las naciones. Vamos caminando hasta Puerto Madero, uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires, ubicado muy cerca del centro y con bonitas vistas al río. Después regresamos paseando, pasamos por la calle Florida, calle peatonal con el mayor número de comercios de la ciudad, es una de las calles más concurridas y con gran ambiente. También pasamos por la calle Corrientes, el eje de la vida nocturna y bohemia de Buenos Aires, donde se ubican casi todos los teatros y cines de la ciudad y también numerosas librerías. Nos llama la atención la cantidad de librerías que hay, de todos los tamaños, yo creo que en todo Bilbao no hay tantas como en esta calle, lo cual habla mucho en favor de los argentinos. Nos tomamos una litrona (Quilmes) en un bar para descansar un poco y nos vamos a cenar. Cenamos en un restaurante céntrico cerca del hotel, es muy grande, hay tenedor libre, la cantidad de platos que hay es exagerada, hay de todo, platos calientes, fríos, pastas, ensaladas, carne, pescado, tortilla, etc. todo está riquísimo y como es habitual nos llenamos hasta las cartolas, todo por 40 pesos los dos (12€) y eso teniendo en cuenta que es un sitio céntrico y que es sábado, el día que cobran más caro. Después de semejante festín nos vamos al hotel a tumbarnos, vemos un rato la tele y nos acostamos. Hemos estado toda la tarde paseando sin parar y estamos agotados

06 de Noviembre de 2005 (Buenos Aires)


Rueda de prensa de la estrella local
lugar de "la 12" en la Bombonera
Hoy aprovechamos un poco más la cama y nos levantamos a las 8:30h. Bajamos a desayunar, el buffet del hotel es de lujo. Tras el desayuno vamos a cambiar algo de pasta, es domingo y los bancos están cerrados, así que vamos a una casa de cambio y sacamos lo justo para pasar el día. Cogemos un taxi y nos vamos al barrio de la boca. El taxi nos deja en la puerta del estadio, lugar elegido intencionadamente para la visita de la mañana de hoy, como no podía ser de otra manera tratándose de dos futboleros como Carlos y yo. Entramos en el museo de Boca Juniors (museo + visita guiada al campo 12,90 pesos).
En este barrio todo tiene los colores del Boca Juniors.
Tenemos suerte y justo empieza la visita guiada en 5 minutos. Durante aproximadamente 1 hora visitamos todas las instalaciones del Boca Juniors. La experiencia resulta bastante graciosa, el guía es un chico bastante joven, que más que un guía parece un ultra (aquí son los de la doce). El chaval lo vive y en cada comentario que hace se le nota que es fanático a muerte de Boca, es más, empiezo a dudar si este chico cobrará algo por hacer de guía. De todo el grupo que realizamos la visita somos los únicos que no somos argentinos, es curioso porque hay muchas personas mayores, alguno incuso con muletas y apenas pueden caminar, pero a pesar de eso suben y bajan las escaleras arriba y abajo, cosa nada fácil en este vetusto campo con unas instalaciones más propias de otra época. Es como si viniesen de peregrinación a la meca par cumplir su sueño.
Coloridas viviendas del Barrio de la Boca.
Visitamos los vestuarios, sala de prensa, gradas e incluso pisamos el césped de la mítica "bombonera". El estadio como instalación deportiva no es gran cosa, en España probablemente sería un campo de 2ª división, pero la historia y encanto que tiene este club y este estadio es difícil encontrarla en algún otro lugar. Sirva como anécdota que da un fiel reflejo de la manera de pensar y sentir de esta gente, tal es la rivalidad existente entre los dos grandes clubes de la ciudad y del pais, Boca y River, que en La Bombonera la publicidad de Coca Cola, en lugar de roja y blanca está en blanco y negro, ya que nadie permite que en La Bombonera se luzcan los colores del eterno rival (River Plate). Tras el entrañable recorrido por las instalaciones, hacemos una rápida visita al museo del club. No hay demasiado que ver, algún trofeo y poco más, así que no perdemos mucho tiempo y nos vamos.
En el barrio de la Boca se respira fútbol por cualquier lado.

Damos un paseo por el popular barrio de La Boca, un barrio humilde pero con mucho encanto. Se ve mucho colorido por todos los rincones, los edificios están pintados de colores muy llamativos. Hay mucho ambiente por las calles y en cualquier rincón te encuentras a una pareja bailando un tango. A estas horas las calles del barrio de La Boca se encuentran plagadas de turistas, aunque esta zona de la ciudad por la noche no es muy recomendable, por el día es uno de los rincones más bonitos y entrañables de Buenos Aires.

Damos por concluida la visita al barrio de La Boca, cogemos un taxi y regresamos al hotel, ya que vienen a recogernos para realizar una excursión. Cuando llegamos ya nos está esperando el autobús en la puerta del hotel, así que sin descansar un segundo nos montamos y nos vamos a realizar un city tour. Nos llevan a ver todo lo que nosotros ya nos habíamos pateado el día anterior, así que aprovechamos las paradas que realiza para que la gente vaya sacando fotos al estilo japonés para ir al bar y tomarnos una birra fresquita, que hace calor y entra de maravilla.
Mercado de San Telmo
A este paso en lugar de un city tour nosotros nos vamos a hacer un birra-tour, que es más original. Por la tarde visitamos el barrio de San Telmo  (aquí no habíamos estado), es domingo día de mercado, está lleno de gente, aquí ves de todo y cada cosa más llamativa que la anterior, gente disfrazada de cualquier cosa, músicos, bailarines, mimos, etc.. Regresamos del city tour a las 18:30h. Tomamos una litrona y nos vamos al hotel un rato. Mandamos unos emails y descansamos un poco en la habitación. Hoy he hecho una cagada de las mías y he borrado todas las fotos de la cámara, así que no me queda más remedio que confiar en el buen hacer del rubito para que a la vuelta me salve las fotos. Salimos a dar una vuelta, cenamos en el buffet habitual, donde nos atiende nuestro amigo Cuasimodo. Después de cenar damos un paseo y nos vamos al hotel sobre las 24h.

07 de Noviembre de 2005 (Buenos Aires)


Embarcadero de El Tigre
Nos levantamos a las 8:00h., desayunamos como burros como todos los días. Después de desayunar vamos a cambiar dinero al banco, pero en esta ciudad parece que no se lleva lo de madrugar y hasta las 10h. no abren los bancos. Después de cambiar dinero, cogemos un par de lineas de metro (0,70 pesos), el metro está abarrotado de gente, tanto los accesos como los vagones, por extraño que parezca y a pesar de ser las 10.30h, no parece precisamente la hora punta.  Hoy hemos decidido ir hasta  la ciudad de Tigre, situada a unos 30 kms. de Buenos Aires. Cogemos el tren, el trayecto dura unos 50 minutos, aunque se hace bastante ameno, ya que no paran de pasar vendedores por los vagones, venden todo tipo de cosas, hasta las más absurdas que puedas imaginar, es como tele tienda, pero con predicadores, venden calcetines, pilas, fundas para móvil, videos, etc. Cuando nos queremos dar cuenta llegamos a El Tigre sobre las 12h. El día es soleado, perfecto para visitar el pueblo.
Otra bonita foto de los canales
En Tigre cogemos un barco, en el embarcadero el olor es insoportable. Nos lleva por el canal, las vistas son bastante bonitas. Este barco apenas lleva turistas y sobre todo lo utiliza la gente del pueblo como medio de transporte, ya que es la única manera que tienen para desplazarse. Vamos avanzando mientras se va subiendo y bajando gente en las diferentes apeaderos que hay frente a cada casa. Tras media hora de navegación llegamos al delta de las 3 bocas. Hay casas muy bonitas, pero es un sitio muy tranquilo, no se ve gente por ningún sitio. Vamos dando un paseo y nos perdemos caminando por el medio de la isla, así que deshacemos el camino andado. Vamos al único chiringuito del pueblo a tomarnos una litrona.
Idílico lugar en El Tigre
Sobre las 16h. cogemos el barco de regreso al pueblo, parece que es la hora de salida de currar y se van montando los currelas que regresan a casa. Llegamos a Tigre y allí cogemos el tren de vuelta a Buenos Aires y luego metro hasta el centro, ya nos lo conocemos como si fuésemos de aquí de toda la vida. Una vez en Buenos Aires nos transformamos y nos ponemos a hacer compras de manera compulsiva, la verdad es que en esta ciudad es fácil hacer compras, ya que los precios son irrisorios comparados con nuestro país. Compramos camisetas de los pumas, mate, chupa de piel, etc., etc. Dejamos las compras en el hotel y nos vamos a cenar a un italiano, hoy hemos dejado tirado a nuestro amigo Cuasimodo, pero ya tocaba cambiar de aires. Comemos a la carta por 55 pesos los dos. Estamos hechos polvo así que nos vamos al hotel, tenemos que hacer la maleta, mañana toca madrugón. Nos acostamos sobre las 24h. 

08 de Noviembre de 2005 (Buenos Aires - Iguazú)

Impresionante panorámica de las cataratas vistas desde el lado brasileño

Vista vertiginosa de alguno de los saltos de agua.
Hoy nos toca madrugar un poco, nos levantamos a las 5:30h., hemos quedado a las 6h. con nuestro amigo Sergio (Julia Tours), así que hoy nos quedamos sin desayuno guay. Nos llevan en coche y llegamos enseguida al aeropurto. El avión sale a las 8h. El vuelo dura 1,5 horas y aterrizamos en Iguazú a las 9:30h. El cambio es notable, hemos pasado de repente al clima tropical y ya a estas horas hace bastante calor, el día es soleado. Aunque el hotel está cerca del aeropuerto tardan bastante en dejarnos en el hotel, el conductor se enrolla bastante y nuestro hotel está el último en el recorrido. Llegamos al hotel Esturión a las 11h. http://www.hotelesturion.com/  es un hotel de 4 estrellas muy elegante, situado a la salida del pueblo. Descansamos un rato en la habitación, nos ponemos por fin el pantalón corto y nos tomamos una cervecita fresca en el bar del hotel. A las 14h. vienen a buscarnos, vamos junto a dos parejas, una de colombianos, que parecen de pasta y otra de mallorquines, ella habla tan bajito que no hay manera de entenderla nada, dan ganas de pegarla un grito a ver si se asusta y espabila un poco.
Bonita caída de agua, ideal para una buena ducha.
Hoy vamos a visitar las cataratas de Iguazú por la parte brasileña. Pagamos 90 pesos por las dos excursiones, la de la parte de Brasil y la de Argentina de mañana. Para entrar al parque de las cataratas brasileñas tenemos que pagar 28 pesos. Cruzamos la frontera y entramos en el parque, la guía se llama Petty, es muy maja, aunque no muy agraciada físicamente.  Hablamos con ella de todo y nos pone al día de los chascarrillos del país. La vista es una vez más impresionante, algo parecido al Perito Moreno. Tenemos suerte, hace muy buen día, ya que durante las últimas semanas ha estado lloviendo de manera intensa, tal es así que el caudal del río es exagerado, de hecho el agua ha derribado una de las pasarelas  y por ello hay una zona por la que no se puede transitar. Vamos paseando sin parar de flipar, hacemos fotos continuamente, el ruido que provoca la caída del agua es ensordecedor, en algunos zonas a pesar de estar lejos del agua nos duchamos por completo, pero nos viene bien, ya que a la mañana con el madrugón no nos había dado tiempo. Tras la fascinante excursión por las cataratas brasileñas regresamos al hotel.
Nos cambiamos la ropa mojada y vamos al pueblo a dar una vuelta. Este pueblo contrasta con los que hemos visto hasta ahora, no parece Argentina y más parece que estemos en Cuba o Costa Rica, incluso los habitantes son diferentes físicamente (parecen más indios), se comportan de manera diferente y hablan con un acento totalmente distinto al del resto del país que hemos visto hasta ahora. Tomamos una litrona fresca en un ciber mientras enviamos unos emails (todo por 6 pesos). Damos una vuelta por el pueblo tanteando el terreno. Una vez hemos inspeccionado a fondo el pueblo vamos a cenar. Cenamos en una terraza un "tenedor libre", pero esta vez el servicio es de lujo, en lugar de levantarnos nosotros nos traen todo a la mesa, como dos marqueses (40 pesos los dos). Damos un paseo para bajar la cena y regresamos al hotel. Vemos un rato la tele y a sobar...

09 de Noviembre de 2005 (Iguazú)

Otra vista panorámica de las cataratas, esta vez desde el lado argentino.
Nos levantamos a las 6:45h. con bastante sueño, el cansancio se va acumulando y eso se nota. Nos damos una ducha y bajamos a desayunar. Después del desayuno nos vienen a recoger Petty y Nestor. Hoy visitamos las cataratas desde el lado argentino, la entrada al parque cuesta 30 pesos. En la excursión coincidimos con una pareja de Vigo muy majos, que habían venido a una macroboda al estilo Farruquito, el novio, que debe ser de mucha pasta, les había preparado un circuito por el país, corriendo el con todos los gastos, así también voy yo de boda. La pareja estaba un poco alucinada ya que al novio solo le conocía de haber estudiado unos meses con el en Italia, pero ya hacía unos años de esto. Ya en el parque cogemos un trenecito que tras un breve recorrido nos llevas hasta la pasarelas para iniciar el recorrido. Primero realizamos el camino superior, viendo las cascadas de cerca y situados encima de las cataratas. Decidimos coger la excursión llamada "gran aventura" (90 pesos).
Posando desde la lancha
Nos montamos en una especie de camioneta descapotable y nos adentramos 8 kms. en la selva. Durante aproximadamente media hora una guía nos va explicando todo lo que vamos viendo de la flora y la fauna, pero lo mejor estaba aun por llegar.... Nos montamos en una lancha y a gran velocidad subimos contra corriente por el río Iguazú, saltando rápidos como si fuésemos narcotraficantes perseguidos por la policía de aduanas. El conductor de la lancha es un cachondo y va realizando continuamente giros bruscos para dar más emoción a la cosa, poniendo la lancha casi en perpendicular al agua y por si no había bastante con esto nos mete varias veces prácticamente debajo de las cataratas (dos diferentes). La sensación es increíble, nos entraba agua por todos los lados, de la fuerza que tenía el agua casi no puedes ni abrir los ojos. La experiencia ha sido inolvidable, aunque nos hemos mojado completamente ha merecido la pena, es como una atracción de Port Aventura, pero a lo bestia, en plena naturaleza, sin decorados y en un lugar paradisíaco. Menos mal que Petty ha sido previsora y con buen criterio ha elegido realizar primero el recorrido en camioneta y luego la lancha y no al revés como decían otros grupos, ya que hubiésemos ido calados en la camioneta durante más de media hora quedándonos congelados.  Después de finalizar esta emocionante actividad realizamos un recorrido por la parte inferior de las cataratas, que es más espectacular, ya que ves las cascadas más de cerca y parece que caen sobre ti. Tras este recorrido nos cambiamos la ropa mojada y tomamos una birra charlando un rato con la pareja gallega. Climatológicamente hablando el día ha sido perfecto, muy bueno pero sin excesivo calor y sin lluvia, cosa que no es fácil aquí. Ya hemos visto las diferentes perspectivas de las cataratas, desde la parte brasileña tienes una perspectiva más panorámica y global de las cataratas, mientras que en la parte argentina tienes una visión más cercana de cada catarata y por último desde la lancha te metes en las mismas entrañas de la catarata, que más se puede pedir.
Confluencia del río Paraná con el Iguazú y frontera de los tres países.
Al regreso de las cataratas paramos en un lugar muy curioso que está muy cerca de nuestro hotel. Desde este lugar se ven perfectamente las tes fronteras, por un lado Brasil, por otro Paraguay y todo visto desde tierras argentinas. Desde donde estamos vemos los tres monolitos, cada una con los colores de su país. También es muy curioso ver la confluencia del río Paraná con el río Iguazú y como se aprecia perfectamente el lugar en el que se unen, ya que cada uno tiene un color diferente, el Iguazú es más marrón que el Paraná. Tras esta curiosa panorámica regresamos al hotel pasadas las cuatro de la tarde. Descansamos un rato en el hotel y luego salimos a dar una vuelta por el pueblo. Sorprendéntemente nos encontramos con Carlos y David, los dos chicos madrileños con los que habíamos coincidido en el Perito Moreno. Nos tomamos con ellos unas cuantas litronas echándonos unas risas. Nos despedimos e intercambiamos emails, nosotros nos vamos a cenar. Cenamos en un restaurante situado en una plaza en la que está tocando un grupo de música típico de la región, para no variar es tenedor libre. La carne está exquisita, probablemente la mejor que hemos comido hasta ahora y mira que hemos comido carne rica. Pagamos en Euros, ya se nos han acabado los pesos y no es cuestión de cambiar a estas alturas (11€ los dos). Tras el atracón habitual damos un paseo por el pueblo para bajar la cena y aprovechamos para comprar unas pulseritas a unos hippies que tenían por allí un montón de puestecillos en los que vendían diferentes cosas que ellos mismos hacían. Nos vamos al hotel y nos acostamos sobre las 24h.

10 de Noviembre de 2005 (Iguazú - Buenos Aires)

Hoy aprovechamos para dormir un poco más y nos levantamos a las 8:15h.. Es nuestro último día de estancia en el país y pensamos aprovecharlo al máximo. Vamos a desayunar por última vez el buffet del hotel, aunque el de este hotel es el peor de todos. Preparamos las maletas y nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Hoy hace mucho calor, más que los días anteriores. A las 13:40h. vienen a recogernos para ir al aeropuerto. A las 15:30h. puntualmente despega el avión, tras hora y media de vuelo llegamos a Buenos Aires. Allí nos está esperando nuestro amigo Sergio. Nos llevan directamente hasta el aeropuerto de Eceiza que está a unos 50 kms., tenemos que cruzar la ciudad de lado a lado y encima es hora punta y hay bastante tráfico. Facturamos el equipaje y nos llevan de vuelta a Buenos Aires, nos dejan en el Hotel Colón, donde nos está esperando un minibús para llevarnos a la "Bombonera", no queríamos marcharnos de Argentina sin poder vivir un partido en directo y a pesar de que nos resultó muy complicado cuadrarlo al final con la ayuda de Sergio lo conseguimos.
"pachanguita" en la que está jugando Diego Maradona
Nos disponemos a presenciar una de las experiencias más excitantes que se pueden vivir en un campo de fútbol. Vamos a ver el partido de cuartos de final de la copa sudamericana que enfrenta a Boca Juniors con el equipo brasileño Internacional de Porto Alegre. Llegamos al estadio pasadas las 8, tras pasar varios controles, ya cientos de metros antes de la llegada al campo las calles están cortadas y valladas y solo se puede acceder mostrando la entrada, hay policía por todos los lados.el ambiente es tremendo. Nos ubicamos en nuestras localidades, con nosotros también viene Sergio, pero esta vez no viene como guía, sino como un forofo, se pone la camiseta azul y amarilla y se transforma en un  hincha más de Boca. Nada más sentarnos la primera sorpresa, se está jugando un partido de veteranos y allí está jugando nada más y nada menos que el gran Diego Armando Maradona, un Dios para todos los argentinos. Tenemos la gran suerte de poder verle jugar y meter dos goles, aunque el partido no es más que una pachanga, no todo el mundo tiene la ocasión de haber visto jugar a Diego y encima en la Bombonera. Cada gol que mete Maradona es celebrado por la afición por todo lo alto. A medida que se acerca la hora del comienzo del partido el ambiente se va caldeando. Hay unos 5.000 hinchas brasileños, que no consiguen hacerse notar ante los incansables e incesantes cánticos de la afición de Boca. Alegran un poco el ambiente las animadoras de boca, las llamadas "Boquitas", que son como las Cheerleader de los equipos de la NBA. A las 21:00h. comienza el partido, el campo está completamente lleno y el ambiente es impresionante. Nada más empezar el partido mete un gol Boca que empata la eliminatoria. Así llegan al descanso, Carlos y yo empezamos a preocuparnos un poco, ya que si hay prórroga no nos daría tiempo a llegar al aeropuerto.
La "doce" calentando motores antes del comienzo del partido.
Pronto meten los brasileños, cosa que a nosotros en el fondo nos alegra bastante aunque intentamos disimular, ya que ahora no puede haber prórroga. A pesar del resultado no paran de cantar ni un solo segundo, pero aún nos queda por vivir lo mejor, en un minuto Boca mete dos goles y remonta la eliminatoria. El campo es un jolgorio tremendo, y literalmente vibra y no es una metáfora, realmente vibra, como cuando pasa el metro por debajo de ti. A partir de este momento y durante los 20 minutos que restan para finalizar el partido, todo el mundo está botando de pié y sin parar de cantar, es algo indescriptible, lo nunca visto. Hasta los ejecutivos de traje pierden la compostura, con las americanas al aire cantando como verdaderos fanáticos, realmente es algo que creo que no se puede vivir en ningún oro campo de fútbol. Finalmente Boca gana el partido 4-1 y pasa a la siguiente eliminatoria. Salimos del campo, pero aquí todo el mundo sigue cantando, incluso fuera del campo. Nos montamos en el minibús que nos está esperando a la puerta del campo y nos vamos rápidamente. Nos deja en el Hotel Colón, donde ya nos está esperando un taxi para llevarnos hasta el aeropuerto de Eceiza. Todo ha salido según lo planeado y la verdad es que no podíamos despedirnos del país con un mejor sabor de boca, tras este emocionante partido. Ha sido el broche de oro para poner fin a unas vacaciones inolvidables, en un país que lo tiene todo.  Embarcamos a la 1 de la mañana sin casi tiempo para descansar. A las 2:10h. sale el avión que nos trae de regreso. Nos ha venido bien la paliza que nos hemos pegado, porque nos pasamos todo el vuelo durmiendo. Llegamos a Madrid a las 17:30h.  y a las 20:15h. cogemos nuestro décimo y último avión en 14 días y por fin llegamos a Bilbao a las 21:30h., donde nos damos cuenta de la cruda realidad, nos recibe el mal tiempo, dejando atrás el pantalón corto y el sol. Hemos finalizado nuestras vacaciones en Argentina, pero la experiencia ha sido tan positiva que no tengo ninguna duda de que volveremos a vernos...





viernes, 1 de mayo de 2015

MARATÓN DE DUSSELDORF 26.04.2015

Aunque ha estado lloviendo durante toda la noche, cuando amanece ya ha cesado la lluvia y la temperatura es perfecta para correr, sobre 15 grados. Así que son buenas noticias, parece que el tiempo hoy no será excusa. Me dirijo andando hacia la salida ubicada cerca del parque Hofgarten. Aunque todavía queda más de una hora para la salida ya hay mucho ambiente por la zona y está plagado de adictos al maratón.  A las 9 horas, con precisión alemana se da la salida al maratón. Los cerca de 3.000 corredores nos disponemos a pasar la mañana recorriendo las calles de esta bonita ciudad alemana. Se puede correr sin problemas, la salida es por una avenida ancha y parece que aquí la gente sale en el lugar que le corresponde sin estorbar a los que corren más rápido. El ambiente en la ciudad es muy bonito, hay mucha gente animando en las calles, diferentes grupos de rock, batukada, etc.. Sobre el Km. 11 pasamos delante de un geriátrico, allí delante estaban un grupo de ancian@s en sus sillas de ruedas tapados con una manta y animando con unas banderas y la mejor de sus sonrisas, toda una lección de vitalidad, que gustazo!!. La carrera transcurre por ambos lados del Rhin cruzando dos veces uno de sus grandes puentes plagado de gente animando a ambos lados.
Durante todo el maratón los avituallamientos son continuos, cada 2 o 3 kms. Paso la media maratón muy cómodo en 1:37. En esta carrera me olvido completamente del cronómetro y me dedico a disfrutar y sentir el placer de correr sin más. El final de la carrera es en la orilla del Rhin, un lugar precioso en pleno centro de la ciudad, lleno de gente y con gran bullicio y animación. Termino el maratón en 3.24.36 un tiempo más que aceptable para el estado de forma en el que venía. Misión cumplida, un maratón más y ya van 39. En la meta nos espera el mejor trofeo una buena cerveza, estando en Alemania no podía ser de otra manera. Ahora una duchita y a seguir disfrutando de los encantos de esta maravillosa ciudad y de su riquísima altbier. Prost!!